Nos trasladamos hasta la segunda planta de la Casa Hermandad de las Tres Caídas, donde el ritmo frenético del trasiego de gente convierten las estancias en un hervidero de hermanos que, fieles a la tradición, acuden en masa a sacar su papeleta de sitio de cara a la Estación de Penitencia del Lunes Santo.
Hablamos también con unas chicas del Grupo Joven, las cuales se encargan de vender recuerdos a todos los que en la Casa Hermandad se congregan. Además, nos cuentan una interesante porra que han ideado para recaudar dinero con vistas a una petalá para el Señor y otra para la Virgen, que, si Dios quiere, tendrá lugar al paso de la cofradía por la Plaza Niña.